Yulan es una Maestra de QiGong fuera de lo normal. He conocido diferentes maestros a lo largo de mi vida como practicante de QiGong, y desde el primer momento, entendí que ella tenía algo especial; era como si el Qi se manifestara en ella de un modo natural, como si esas cualidades que muchos tratamos de alcanzar mediante práctica, ella ya las tuviera previamente de un modo no forzado.
Me refiero, sobre todo, a su facilidad para entrar y salir del espacio que podríamos llamar del HunYuan -naturaleza primordial- y hacer uso de las cualidades que allí se despliegan. Ella es una maestra de lo que, en el ZhiNeng QiGong, se denominan Habilidades Especiales, y la suya es sanar con el Qi.
Su intuición y sensibilidad son muy elevadas y se manifiestan en sus talleres y sanaciones; personalmente puedo decir que he sentido el beneficio directo de sus sanaciones y de compartir con ella el campo de Qi en forma de mejoras tangibles en mi propio nivel y cualidad del Qi; y, también, y no menos importante, en la superación de obstáculos cuando he aprendido alguna forna con ella; las transmite de un modo que me permite comprender aspectos de la práctica que antes no entendía.
Hay en ella algo que solo he visto en otras dos maestras: ese modo de manifestar la corriente libre de Qi y servirse de ella, la naturalidad de su gesto expresando el Qi siempre me impresiona, parece venir de un lugar intangible, es una unificación tan estrecha que parece perfecta.
Por último quiero decir que es la única maestra que he conocido que transmite las prácticas más avanzadas del ZhiNeng QiGong, de entre las del Maestro Pang Ming, tal vez haya otras pero es realmente difícil llegar a ellas, y Yulan Dong nos las enseña con una gran humildad, alegría y sencillez, pero, también transmitiendo una fe y confianzas inquebrantables en el Qi y sus dones; en un mundo tan confuso, ella muestra una brizna de verdad, la verdad de la virtud de la energía humana.
José María Sarto Ruiz